Durante mucho tiempo creemos que la felicidad es el resultado de lo que hacemos y de lo que vamos acumulando en nuestra vida. Pensamos que acumulando más amigos, conocimiento, honores, viajes, experiencias, logros y más dinero vamos también a tener más felicidad. Pero una vez que cumplimos con el guion que la familia y la sociedad nos entregó, nos descubrimos insatisfechos y vacíos. Nos encontramos sin la felicidad interior.
Entonces, ¿Cómo conseguir la felicidad? ¿Es posible aumentar la felicidad personal?

Cómo encontrar la felicidad
Había una vez un empresario quien fue extremadamente exitoso en sus negocios. A pesar de las comodidades que tenía en su vida, no experimentaba una felicidad plena. Fue así que este rico empresario se propuso de encontrar el secreto de la felicidad, quizás el único bien que no había logrado poseer.
Para saber dónde buscar la felicidad, el empresario llegó una tarde a la casa de un maestro Zen, quien lo invitó a sentarse y a tomar un té. Mientras el rico empresario le contaba de su vida, de sus problemas, y de su búsqueda, el maestro empezó a servir el té en la taza.
Cuando el líquido del té llegó al borde de la taza, el maestro siguió vertiendo y el té fluyó en el platillo, en la mesa, y finalmente en el regazo del empresario. Este se levantó de repente, saltando hacia atrás, gritando y “¿Pero qué estás haciendo?”.
El maestro zen, sin perder su compostura, dijo al empresario, “Tu taza está llena. Tu sigues acumulando y acumulando y acumulando en tu vida. No habrá espacio para la felicidad hasta que no vacías tu taza”.
Las 10 claves para ser feliz.
Durante el resto de la tarde, el maestro zen le entregó las diez claves para alcanzar la felicidad.

1. Deja de acumular y empieza a sustraer.
“¿Que es fundamental saber para lograr la felicidad?”, le preguntó el empresario al maestro. “La insatisfacción que sientes en tu vida es el resultado de tu afán de acumular. De esta manera, agregas obstáculos a tener felicidad propia”, dijo el maestro zen al empresario.
“Si alguien quiere ser feliz, tiene que dejar de acumular y en lugar buscar la felicidad en uno mismo”, dijo.
2. Deja de quejarte
“Pero, ¿cómo encontrar la felicidad en uno mismo?”, preguntó curioso el empresario. “Deja de quejarte”, le contestó el maestro. “Cada vez que te quejas, que encuentras excusas, y que te justificas, estás operando desde tu pequeño ego”, insistió el monje. “Toma responsabilidad por el resultado que creas en tu vida”.
3. Busca la auto trascendencia
El maestro siguió. “Tú has logrado muchas metas en tu vida. Te has vuelto rico y importante. Pero la autorrealización no es garantía de felicidad”.
El empresario se volvió pensativo. “La felicidad radica en la auto trascendencia y por eso tienes que vivir para un propósito más grande que tus ganancias personales”, dijo el maestro Zen.
4. Encuentra un propósito superior de vida
“Si quiere sentir plenitud en la vida,” dijo el maestro al empresario, “tienes que dejarte guiar para un propósito superior en la vida”. El empresario interrumpió al maestro zen, y le preguntó, “¿Cómo puedo encontrar mi propósito de vida?”. “Mira a tu alrededor y pregúntate cuál es una necesidad del mundo que quieres contribuir a resolver”, le contestó el maestro y agregó, “si tu vida no aporta a un bien superior a ti mismo, nunca vas a poder ser feliz”.
5. Determina tu misión en la vida
En aquel momento, el empresario se dio cuenta de que había tenido múltiple propósito en la vida, pero que le hacía falta un propósito superior, un objetivo grande. “Una vez que has identificado tu propósito superior, pregúntate cuál va a hacer tu aporte particular. Esta será tu misión”.
6. Abandona tus pensamientos negativos
“Hay un cambio fundamental que tienes que hacer”, le dijo el monje al empresario. “Tienes que abandonar tus pensamientos negativos. Ellos son cómo un virus que contagia tu mente, y les quitan energía a tu cerebro”.
El empresario preguntó, “¿Cómo puedo lograr eso?”. “El primer paso es que te vuelvas consciente de estos pensamientos negativos. Una vez que los has identificado, los puedes transformar en pensamientos positivos”.
7. Elige emociones positivas
“Los pensamientos negativos alimentan las emociones negativas. Eventualmente, eso va a afectar tu felicidad. En lugar, tienes que elegir emociones que tienen vibraciones más altas.
Procura de elegir emociones positivas cómo la paz interior, la calma, la alegría, el coraje”, insistió el maestro zen. “La calidad de tu vida es la calidad de tus emociones”, insistió.
8. Nunca dejas de aprender
“La felicidad depende también del que te conviertes en un estudiante permanente”, siguió el maestro Zen. “En la medida que estas dispuesto a aprender, también tu felicidad irá aumentando”. “De hecho, insistió el maestro Zen, la felicidad es una experiencia expansiva”.
9. Rodéate de gente positiva
Además, el maestro Zen le reveló al empresario que para vivir en plenitud se tenía que rodear de gente positiva. “Tienes que reducir el tiempo que pasas en las redes sociales”, le dijo serio el maestro Zen.
“La felicidad se alimenta de conversaciones auténticas. No podemos vivir solos y aislados. Por eso, tienes que ser parte de una comunidad de personas amigas, leales, sinceras, y que también te pueden ofrecer distintos puntos de vista”, insistió
10. Desarrolla hábitos saludables
Ya se estaba haciendo noche y el empresario había tomado muchas notas de su conversación con el maestro Zen. Antes de despedirse tenía una pregunta más para su guía. “Mi mente está dispuesta a aprender”, empezó el empresario, “pero, cómo puedo alimentar todo lo que usted hoy me ha enseñado?”. “Desarrolla hábitos positivos”, le dijo el maestro.
“Todos los hábitos que en Occidente son sugeridos por la psicología positiva son válidos, desde escuchar música a la actividad física. Todos estos hábitos tienen múltiples beneficios. Pero el hábito que más te sugiero es la práctica de la meditación”, dijo el maestro, quien agregó:
“Respirar de manera consciente durante 20 minutos cada día te va a ayudar a alcanzar la felicidad y te permite de vivir con más calma y paz interior. La meditación afecta de manera positiva tu estado interior, y por eso tu plenitud”.
Ya estaban despidiéndose, cuando el maestro Zen le dijo al empresario rico una última palabra, “Si busca ser feliz, ¡busca la simplicidad!”.