5 secretos para conseguir equipos de alto rendimiento.
Sep 07, 2022
Sin jugadores no hay juego, se dice en el deporte. En el mundo de los negocios podríamos decir que sin equipos de alto rendimiento no hay empresa exitosa.
«Ustedes tienen el desafío de pasar de ser una colección de inteligencias a ser una inteligencia colectiva», digo muchas veces a mis clientes al empezar un proceso de entrenamiento.
¿Qué son los equipos de alto rendimiento?
Por qué los equipos de alto rendimiento son exactamente eso: un grupo de personas que se identifican en un propósito compartido y que colaboran para implementar su misión y lograr sus objetivos.
Vale entonces la pena explorar cuáles son las principales claves para conseguir un equipo de alto rendimiento.
#1: Claridad de propósito.
Tener claridad de propósito es fundamental para lograr el alto rendimiento. Este es un tema que a menudo se pasa por alto.
De hecho, tener objetivos claros y medibles es insuficiente para lograr el alto rendimiento. Adicionalmente, es fundamental tener un propósito superior; lo que muchas veces me gusta llamar «un sueño imposible».
El sueño imposible refleja la contribución deseamos dar a la humanidad; es la huella profunda y positiva con la cual queremos marcar el mundo.
El propósito de Elon Musk, por ejemplo, no es llegar a Marte; esta es una de sus misiones y uno de sus grandes objetivos. Pero el propósito de Musk es algo superior; es elevar la consciencia colectiva de la humanidad. Llegar a Marte, en la mente de Musk, es una manera para facilitar esta elevación de la consciencia humana.
Por lo tanto, un equipo de alto rendimiento tiene que tener muy presente su «para que».
#2: Objetivos Ambiciosos.
Para el alto rendimiento no es suficiente tener solamente metas claras y medibles. En realidad, los objetivos tienen que ser también muy ambiciosos.
De hecho, el alto rendimiento es el producto de un equilibrio entre estrés y descanso. Estoy hablando del estrés positivo, conocido muchas veces como «eustress».
Se logra este estrés positivo toda vez que un objetivo o un proyecto nos exige ir más allá del límite de resistencia; es decir, toda vez que vamos más allá de lo que pensamos sea posible.
Por lo tanto, necesitamos ponernos objetivos ambiciosos que nos exigen dejarlo todo en la cancha. Son objetivos que nos sacan de nuestra zona de confort y que nos exigen una actualización de nuestra mentalidad.
Es el logro de un objetivo ambicioso que mantiene equipos de alto rendimiento enfocados y motivados.
#3 Confianza y Respeto.
La confianza y el respeto son la sangre vital de los equipos de alto rendimiento; alimentan la seguridad emocional, que es el ingrediente fundamental para la alta productividad.
De hecho, cuando prevalece el miedo, no hay las condiciones para llegar a un alto rendimiento. Por lo contrario, cuando hay confianza y respeto, los miembros de un equipo se sienten libres de aportar, opinar, y hasta disentir, por qué los motiva realizar el propósito y lograr los objetivos.
El miedo fomenta una actitud de preservación y supervivencia, mientras que la confianza y el respeto alimentan emociones expansivas y un deseo de sobresalir.
#4 Colaboración Generativa.
Los equipos de alto rendimiento están marcados por una colaboración generativa permanente. Sin un alto nivel de cooperación no hay innovación u éxito. En un equipo de alto rendimiento hay diversidad de talentos, claridad de roles y responsabilidades, y hay cooperación.
Esta colaboración no solamente caracteriza la relación entre los miembros de un equipo de alto rendimiento, sino también la relación entre varios equipos y departamentos. La colaboración generativa es lo opuesto de una mentalidad de silo con dinámicas verticales.
De hecho, cuando hay colaboración generativa, cada elemento de un equipo o de una organización se siente parte de un todo que lo comprende y trasciende.
#5 Comunicación abierta y permanente.
En los equipos de alto rendimiento hay una comunicación que es abierta y permanente. No hay miedo a levantar la mano, expresar una idea o una duda.
Por ende, el conflicto no es percibido como un problema, sino más bien como una oportunidad para crear, innovar, y mejorar. Por eso, el conflicto se enfrenta de manera constructiva.
Eso es posible cuando el respeto entre los miembros de un equipo se expresa también con una actitud de escucha sincera, curiosa, abierta; el punto de vista del otro es interpretado como un aporte importante.
Por eso en los equipos de alto rendimiento no hay monólogos, sino diálogos; las conversaciones son generativas y creativas.
En fin…
Vivimos en un mundo complejo y ambiguo, donde prácticas y experiencias del pasado no necesariamente nos iluminan sobre las decisiones que tenemos que tomar para el futuro.
Por eso, en la era de la incertidumbre, las organizaciones tienen que desarrollar la capacidad de crear equipos de alto rendimiento. Como me dijo un cliente en estos días, «Hoy pierden quienes reaccionan y ganan quienes anticipan».